Actualidad y opinión
La Bella y la Bestia y las normas imperativas
“La Bella y la Bestia” es la película depositaria de la dedicatoria de nuestro CineMill. Interpretada por Emma Watson, la inolviable Hermione en Harry Potter, y basada en el clásico de Disney, el argumento del film es el que sigue:
“Bella es una joven que vive con su padre, un peculiar inventor, en un pueblecito de Francia. Un día, su padre se pierde en el bosque y acaba buscando cobijo en un castillo que parece abandonado. Sin embargo, los habitantes del castillo siguen dentro, pero transformados en objetos por una maldición, su amo es ahora una temible bestia. Bella se intercambiará por su padre para que pueda escapar, y quizás pueda convertirse en la única capaz de que se rompa el maleficio.” (Fuente: http://www.ecartelera.com/peliculas/la-bella-y-la-bestia-2017/ ).
La película es fiel a su predecesora animada, y de seguro que habrá despertado los sentimientos nostálgicos adormecidos de aquella generación anterior que creció con los musicales de Disney. Nostalgia, fantasía, inocencia. Sentimientos naturales de quien fue niño en su día. Sin embargo, comoquiera que los sentimientos y las percepciones navegan en el océano de la subjetividad, lo que unos consideran nostálgico y educativo, otros, por contra, lo califican como una perversión. Tal fue el criterio de las autoridades de la Federación Rusa al tener que decidir sobre la exhibición del film en la tierra de los zares.
En efecto, los productores norteamericanos se toparon con un imprevisto: los funcionarios rusos estudiaron la posibilidad de prohibir la película ya que, entendían éstos, uno de los personajes era gay. Para más información, veáse al respecto: http://cultura.elpais.com/cultura/2017/03/06/actualidad/1488786826_546069.html .
En suma, la ejecución de este contrato internacional, más concretamente, el contrato de exhibición entre la distribuidora y los propietarios de las salas de cine, que debía permitir la proyección de La Bella y la Bestia en las salas de cine rusas, se ha visto frustrada por normas de Derecho Público. En concreto, por normas imperativas. A este respecto, cabría pensar que esta suerte de normas tienen una incidencia testimonial en el contexto del comercio internacional. No obstante, estos casos son más frecuentes de lo que pudiera parecer. Como muestra, un botón: la empresa española Zara tuvo que retirar una falda, la cual tenía como estampida a la rana Pepe, obviando que en EEUU aquélla representa un símbolo del supremacismo (Vid. http://www.huffingtonpost.es/2017/04/20/zara-se-disculpa-por-su-polemico-estampado-de-la-rana-pepe-simb_a_22047415/ ).
En junio de 2013 la Duma aprobó la Ley Federal № 135-FZ de la Federación de Rusia, más conocida como la Ley contra la propaganda homosexual. La ley tenía como objetivo “la protección de los niños contra la información perjudicial para su salud y desarrollo”, por lo que, para la consecución de tal objetivo, se incluyó a la lista de informaciones prohibidas (v.gr. tabaco, pornografía, etc.) cualesquier exhibición de “relaciones sexuales no tradicionales” (Texto jurídico: https://rg.ru/2013/06/30/deti-site-dok.html ). En estas coordenadas hay que entender, pues, la decisión de las autoridades rusas de considerar la prohibición del film.
Es preciso señalar que el hecho de que, en hipótesis, se hubiera designado un derecho extranjero como norma rectora de este contrato internacional de exhibición, en nada hubiera afectado al resultado. Toda vez que del tenor del art. 1192 del Código Civil de la Federación Rusa se sigue que:
“Article 1192. Application of Imperative Norms
1. The regulations of the present section shall not affect the applicability of the imperative norms of the legislation of the Russian Federation which, due to indication in the imperative norms themselves or due to their special significance, in particular, for safeguarding the rights and law-protected interests of participants in civil law relations, regulate relevant relations, irrespective of the law that is subject to application.
2. According to the rules of the present section, when the law of any country is applied a court may take into account imperative norms of another country closely related to the relationship if under the law of that country such norms are to govern relevant relations, irrespective of the law that is subject to application. In such cases the court shall take into account the purpose and nature of such norms and also the consequences of their application or non-application”.
En consecuencia, y por lo que al mercado ruso respecta, el contrato internacional de exhibición estaba ab initio sometido a lo establecido en la Ley contra la propaganda homosexual, que tiene carácter de norma imperativa.
Ello es un recordatorio de que, en un contexto internacional, no solo debe prestarse atención a la técnica de redacción del contrato así como al cuidadoso estudio de su régimen jurídico, sino también a las normas imperativas del país en relación con el cual aquél vaya a ejecutarse o a desplegar sus efectos.
PS: Según el periódico Huffingtonpost, Rusia ha decidido que La Bella y la Bestia sea una película no apta para todos los públicos. Un portavoz del Ministerio de Cultura ha informado de que que la cinta de Disney "se estrenará con una calificación para mayores de 16 años" (Fuente: http://www.huffingtonpost.es/2017/03/09/rusia-convierte-la-bella-y-la-bestia-en-una-pelicula-para-mayo_a_21877479/ ).
